Un caso curioso: mi amigo desconocido
MI AMIGO DESCONOCIDO
Un día un amigo mío que se llama Raúl, me contó que estaba con el ordenador y se puso a jugar con un chico que le dijo que se llamaba David, como ese día se lo pasaron muy bien, quedaron para jugar el siguiente viernes y así estuvieron jugando muchos viernes seguidos. El niño le decía que quería conocerle, pero mi amigo Raúl no quería porque sus padres le habían dicho que no podía quedar con él porque era un desconocido.
Como mi amigo Raúl tenía muchas ganas de conocerle porque ya eran muy amigos, decidieron quedar en el parque y como no se conocían para saber que eran ellos tenían que llevar una camiseta negra.
Cuando llegó al parque no encontró ningún niño con la camiseta negra, estuvo esperando mucho rato y no venía nadie así que se fue.
Cuando volvió a casa la puerta estaba abierta y sus padres no estaban, cuando entró estaba todo desordenado. Enseguida si dio cuenta de que había entrado alguien a robar.
Llamó a sus padres para que vinieran rápido, porque no respondían, así que llamó a su vecina y lo dos planearon una trampa, pusieron joyas en la entrada y se escondieron, cuando vino el ladrón le atraparon con una manta le ataron y llamaron a la policía y le contaron lo que había pasado.
La policía les dijo que era un ladrón que se inventaba historias y las colgaba en la red para que la gente se fuera de su casa y así entrar a robarles.
Los agentes les advirtieron de los peligros de las redes sociales, que todavía hay gente que no sabe, ni conoce y mucho menos pone en práctica el código de la buena convivencia en las redes y en la vida ordinaria. Uno ha de ser siempre un buen ciudadano y más digital ya que el daño que se puede hacer es irremediable, como el de mi amigo Raúl. Por tanto, hemos de actuar con rectitud y buena conciencia
Miguel Romero