Jimena y Julia eran dos mellizas muy diferentes; Julia era muy buena estudiante y responsable; mientras que Jimena era un trasto y estudiaba muy poco.

Julia tenía muchas amigas porque era muy lista y todas las niñas querían jugar con ella; sin embargo, Jimena no tenía a penas amigas porque no paraba de

meterse en líos.

Al cumplir los 13 años, sus padres creyeron que sería buena idea que tuvieran redes sociales para contactar son sus amigas fuera del colegio. Sus padres

las advirtieron de los peligros de aceptar a gente que no conocían.

Un día de lluvia mientras Julia y Jimena veían la televisión, pensaron en hacer una videollamada a sus amigas; pero contactó con Jimena una chica que no

conocía. Era muy amable y guapa y se hicieron amigas.

Una noche durante la cena, sus padres las preguntaron que iban hacer ese fin de semana. Julia contestó que iría a una fiesta de pijamas con María, su mejor

amiga, y Jimena ocultó que había quedado con esa chica nueva para conocerla personalmente. No comentó nada por temor a que no la dejaran ir.

Durante el fin de semana, Jimena dijo a sus padres que iba por el pan; pero en realidad iba al parque donde había quedado con esa chica. Cuando llegó al

parque se encontró con un hombre mayor que se la llevo a la fuerza. Los padres de Jimena al ver que era la hora de comer y no volvía llamaron a la policía.

Jimena estuvo desaparecida durante 4 horas, hasta que la policía la localizó.

Desde ese día Jimena tuvo mucho cuidado con las redes sociales y aprendió a usarlas de manera correcta.