El juego peligroso
Un día Mikel estaba jugando online como casi todos los días, cuando se encontró con el anuncio de un nuevo super juego sobre estrategia que al parecer molaba mucho. Tenía excelentes comentarios de otros niños, así que Mikel no dudó, y decidió registrarse enseguida. Para registrarse, aparte del correo electrónico, le pedían también su dirección. Le pareció algo extraño, pero como tenía muchas ganas de jugar, la puso. También había otras preguntas raras, y el contestó a todas. Al fin se pudo conectar y empezó a jugar. El juego de verdad era genial y no paro hasta la noche, cuando regreso su hermana Loren de sus clases de tenis, ella tenía 15 años. Como los dos compartían cuarto, Mikel empezó a contarle entusiasmado sobre el juego, mientras ella se
cambiaba de ropa, y arreglaba para salir con sus amigas. Al día siguiente, los dos fueron al colegio, y al rato sus amigos lo llamaron, y le contaron algo que lo dejo helado. En las redes habían aparecido fotos suyas y de su hermana con poca ropa. El miro las fotos, y enseguida se dio cuenta que estaban hechas con la cámara de su ordenador. Salió corriendo a buscar a Loren, que estaba en el despacho del director llorando. Él ya lo sabía todo, y había llamado a la policía y a sus padres. El informático de la policía se quedó un buen rato con su ordenador. Al final les conto, que lo habían jaqueado para acceder a la cámara de su ordenador y otros datos personales. Y que lo hicieron atreves de su nuevo juego. El policía les ayudo a cambiar contraseñas, y otras cosas para volver a estar a salvo. También quito las fotos de su hermana de las redes. Sus padres le echaron una buena bronca. Pero a él no le importo. Se la merecía. Estaba asustado y todavía se sentía muy culpable por lo de su hermana. Desde este día Mikel no volvió a registrarse en ningún lugar, ni descargar nada, antes de consultarlo con sus padres.