Hablar con nuestros padres
Había una niña de nombre Gabriela de 11 años a la que le gustaba, como a la mayoría de las chicas y chicos de esta generación, apoyar a la gente en las apps de las redes sociales dándole un subscriptor.
Gabriela seguía a casi todo el mundo en Tik Tok, que es una app muy famosa que permite grabar, editar y compartir videos cortos, y un poco menos a las personas en Instagram, que siempre es una red social y app que tiene el mismo propósito.
Un día le llegó una nueva notificación. Era una niña que seguía en Instagram, con la cual nunca había hablado y eso le encantaba. La notificación decía: ¡Hola! Me llamo Manuela ¿Qué tal?-Gabriela le contestó emocionada: ¡Hola! Me llamo Gabriela.
– La chica fue directa al grano y le preguntó: ¿Dónde vives? ¿Nos podemos encontrar alguna vez? Con esta pregunta Gabriela se asustó y le dijo que vivía en Brasil, lo cual no era cierto porque ella vivía en Madrid. Y la bloqueó.
El mismo día de que esto pasara se lo contó a su madre. La madre le escuchó y como ya habían hablado de este tema en otras ocasiones, solo le dijo, con cariño, que mejor no pudo haber hecho.
Gabriela se quedó más tranquila pero dándole vueltas a la idea de por qué hay gente que se porta así y que puede ser peligrosa. Días después tuvo que hacer un trabajo en el colegio donde tenía que hablar de una experiencia peligrosa. Gabriela recordó lo que le había ocurrido y de la experiencia que tuvo con “Manuela” y de lo que le habría podido pasar si sus padres no le hubieran explicado bien los peligros de Intenet.
Cuando lo expuso toda la clase aplaudió y el profe sorprendido le preguntó quién le había dicho cómo actuar en esa situación, que es una situación que puede pasar a todas las chicas y chicos que navegan en internet. Gabriela le respondió que su padre, siempre ve las noticias y varias veces aparecía ese tema, que es un problema muy grave, así que hablando se le había explicado que lo mejor era bloquear inmediatamente a las personas que no conoces, porque detrás de un nombre se puede esconder cualquier mala persona.
El profe agradeció mucho su cuento, Gabriela y sus compañeros aprendieron que es muy importante ser valientes y hablar con sus propios padres.
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ALESSANDRO - 11 años, Selecione cursoº A