Un día con internet
Había una vez un niño llamado Iván. Él era un niño flaco y de mediana altura, le gustaba jugar al fútbol y a los videojuegos con sus amigos. Vivía en Toledo con sus padres, sus hermanos y su abuela. Iván siempre solía llevar un chándal azul y verde con unas zapatillas de deporte amarillas pero ese día su ropa era diferente. Era un día especial, ¡era su comunión!
Después de la eucaristía, fueron a comer a su restaurante favorito: La Tagiatella. Comieron y abrieron los regalos. Tenía muchos, pero entre ellos el más importante para él era una nueva tablet. Además, le regalaron un balón de futbol e Iván y sus primos salieron a la calle a probarlo. Cuando atardeció, todos se fueron a sus casas. En su casa, Iván configuro la tablet junto a su padre y su abuela. Cuando terminaron, su abuela le dijo si le ayudaba a pedir cita en el médico. Él se paró a pensar y le dijo: “¡Por supuesto!” Entonces buscaron la aplicación y la descargaron en el dispositivo.
Al día siguiente, al llegar del colegio, le dijo a su abuela que su amigo le había recomendado una aplicación para jugar con ella al parchís, su juego favorito. Se lo descargo en su Tablet y empezaron a jugar. Al día siguiente en el colegio le dio a su amigo las gracias ya que su abuela se había puesto muy contenta. Así jugaban día tras día.
Un día su abuela se marchó al pueblo donde ella vivía, pero antes de irse Iván le regalo una tablet con el dinero de su hucha. Su abuela sorprendida, no sabia que iba a hacer con ella. Él le explico que gracias a internet no se separarían nunca ya que podían utilizar hangouts para hacer videollamadas y jugar al parchís.
La abuela se fue muy contenta ya que se dio cuenta de las posibilidades que tiene internet y su vida cambió por completo.