EL MISTERIO DEL CARABARC
Érase una vez una extraña criatura que surcaba los mares en busca de un misterioso tesoro. El carabac es una extraña criatura que por algún misterio es mitad caracol y mitad barco.
Un bonito día de primavera mientras el carabarc surcaba los mares llegó a una apacible isla para descansar y alimentarse de cocos. En la isla había una niña llamada Rin-rina que también tenía un secreto. En un atardecer llegó a su playa una bola de arena arrastrada por la corrientey la limpió. Al limpiarla se llevó la sorpresa de que esea bola de arena tenía vida.
Rin-rina al ver al carabarc se asustó y se escondió detrás del cocotero. El carabarc pacía plácidamente acercándose al cocotero donde estaba escondida Rin-rina. El carabarc, al verla, se quedó quieto y Rin-rina, con voz temblorosa exclamó:
– ¡No me comas!
– No tengas miedo, no te voy a comer -dijo el carabarc-. Solo voy a comer cocos y a descansar.
En ese justo momento el carabarc detectó una señal wifi con sus antenas y le dijo a Rin-rina:
– Uy, tengo que zarpar velozmente.
En su zarpar precipitado se le cayó un papel con una cruz roja como la del mapa de un tesoro. Rin-rina tocó la cruz y del papel salió un holograma en el que ponía de dónde provenía la señal wifi. A Rin-rina le picó la curiosidad, así que se montó en su taza mágica y decidió ir en busca del carabarc y devolverle el holograma.
Cuando Rin-rina llegó a la isla se quedó maravillada. Era un lugar mágico donde todo cobraba vida y cualquier cosa era posible. Ahí fue cuando Rin-rina comprendió por qué su taza tenía vida.
El carabarc le explicó a Rin-rina que él provenia de esa isla: Internetlandia. Pero un día de invierno, mientras comía cocos una ola lo arrastró mara a dentro y se perdió. Y por fin hoy ha conseguido encontrar la señal wifi de su isla Internetlandia, donde se guarda toda la información del mundo y todo es posible.