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PROYECTO FENIX

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Este spot es el resultado de un período personal devastador. Ya al margen de la pandemia vivida por todos, cada uno tuvimos nuestras circunstancias. Las mías fueron dos que se solaparon durante unos cuantos y largos meses. Y aunque una podía llegar a ser el centro de toda mi atención en otras circunstancias, sin embargo no fue la peor. Lo peor, lo devastador, lo traumático, fue la muerte de mi mejor amigo. Una gran, grandísima persona, sensible, amable, educado, con valores, con saber estar, con una idea del respeto que sobrepasaba todo lo conocido y me envolvía hasta los tiempos de los caballeros. No en vano era descendiente de condes. "Mi conde rebelde", le llamaba yo, entre otros apelativos cariñosos. Como decía él; "soy descendiente de condes, pero de la rama pobre".
En fin, una persona tan sensible y traumatizada como él, vivió sus años arrastrando una pena por experiencias pasadas que no fue capaz de superar. Los fantasmas del conde, de mi caballero castellano, terminaron con él y en medio de la noche, como cenicienta, poco más de las doce, entre el frío del invierno; su odiado frío; esos fantasmas contra los que luchó toda su vida, acabaron con ella. Esa es mi pena. Esa es mi carga. Esa es la razón por la que hice este spot. Durante el primer año de su suicidio necesité cada uno de los días para asimilarlo y quitarme la idea de la cabeza de que todo había sido una broma macabra. Me convencía pensando que sus razones tendría para hacer esa broma, tan lejos de su carácter cariñoso y compasivo. Y me costó. Me costó tanto! Que lo mío, mis problemas de salud ocuparon un segundo plano. Mi prioridad era desear todos los días que me enviara alguna señal que me hiciera ver que había alcanzado la paz. Este spot es para él. Es la mejor forma que he encontrado y he sabido expresar, de luchar, pero no solo con el día a día, sino contra los fantasmas. Eso que nadie ve, pero que puede llegar a pesar mucho más de lo que los demás puedan llegar nunca a imaginar. Es al mismo tiempo un grito a buscar una vía de escape, conversaciones, ambientes distintos, donde cada uno debe buscar aquella relativa tranquilidad donde uno se sienta bien y a gusto consigo mismo. "Si tu locura es buena, mientras te anime a vivir, consérvala. Pues quién es el necio que se atreve a evaluar cuán estás de loco más que él, que por no parecerlo, deja de vivir".

Cortesía Colabora