EL FUTURO DE INTERNET
Era un día como otro cualquiera en el año 2099. En internet, una niña llamada Ane navegaba por la red social Twistter, donde las personas suben fotos y opiniones sobre esas fotos. Ane, subió dos fotos en las que en una salía con cara de sorpresa y en la otra aparecía con los morros juntos y con cara triste. La gente puso comentarios al segundo de aparecer las fotos colgadas por Ane, unos ponían que les gustaban mucho las imágenes, otras ponían que la primera no les gustaba, pero que la segunda sí que les gustaba, y los demás que la primera les gustaba más que la segunda. Opiniones muy distintas unas de otras.
Al día siguiente, Ane, después de haber descansado, cogió su móvil. Lo encendió y se metió en Twistter, vió que las fotos que subió ayer tenían más de mil likes. Habían puesto muchos más comentarios y todos iguales que los de ayer. Ane se quedó de piedra, era la primera vez que tenía tantos likes. También, se fijó en que las personas habían subido otras imágenes y les dió un me gusta a todas y cada una de ellas. Les puso comentarios de que las fotos le gustaban mucho. A la tarde, colgó otras dos fotos en las que salía con cara de alegría por todos los likes que había conseguido a la mañana. Le pusieron muchos comentarios iguales que todos los anteriores que había tenido. Esto no cambiaba mucho de lo que pasaba hacía 70 años. La gente subía fotos sin parar y todos las comentaban.
Lo que sí era distinto es que en realidad, Ane es un robot que tiene personalidad propia y sentimientos. La ciencia ha avanzado tanto que internet y las máquinas han evolucionado. Se inventaron robots que hacían todo lo que les pidieras. Lo podían hacer todo, era una verdadera pasada. Por ejemplo, les decías que te hicieran la comida y te la hacían al minuto. Cualquier niño pedía a su robot que le hiciera los deberes del colegio que le mandaban y se lo hacía en un santiamén. A los niños y niñas ahora les quedaba mucho tiempo después de terminar el colegio y se lo pasaban en grande porque pintaban y jugaban.
Ahora hacían lo que querían. Todas las tardes Ane, otros robots, niños y niñas jugaban a la play station 20. Al juego que jugaban se llama Fifa 101 que trata sobre fútbol. Ane elige siempre el Atlético de Madrid. Los robots estarán tan avanzados que querrán estar en internet y hacer deporte también.
Para conectarse a internet ya no hará falta tener un ordenador o una tablet. Tendremos un mecanismo en la muñeca que pulsándolo saldrá una pantalla como si fuera un holograma y con eso ya se puede navegar. No hace falta teclado porque funcionará por voz.
Así me imagino el futuro de internet.