María y su cibersecreto
María era una persona muy adicta al móvil. Y el problema era que no hacía buen uso de él. Se metía en páginas y hacía bromas de mal gusto, hacía comentarios groseros sobre algunos ...
Uno de los muchos secretos que le ocultaba a sus padres era que hablaba con un chico por Tinder. El chico siempre le pedía datos personales que no debería dar, pero lo hacía. Un día, María abrió Tinder y le llegó un mensaje de el chico con el que se hablaba. El mensaje decía: -¿Quedamos hoy en el parque por la noche?-
A lo que ella contestó: - Vale, ¡qué ilusión, voy a poderte conocer al fin!-.
Era por la noche y María tenía que irse a escondidas sin que sus padres la pillaran así que, salió por la ventana. Cuando llegó al parque no había
nadie más que un chico que se acercaba poco a poco hacia ella, cuando quiso empezar a correr, ya era demasiado tarde. ¡El chico con el que había estado
hablando resultaba ser un estafador que la acababa de secuestrar!
María quedó inconsciente y cuando despertó, vio que estaba atada a una silla en una sala a oscuras. María tenía que pensar en algo para salir de allí, cuando
recordó que tenía una app en el móvil con la que sus padres la podían localizar. Pulsó el botón de alarma y la policía no tardó en venir.
Ya en su casa, María pidió perdón a sus padres por a ver hecho mal uso de su móvil y por no haberles contado la verdad.
Desde aquel día, María no volvió a dar sus datos personales y empezó a hacer buen uso del Internet.