SOFÍA Y SU PROBLEMA CON LAS PANTALLAS
Sofía era una niña de 3 años a la que le gustaba pasar mucho tiempo en la calle, jugar en los parques y como a casi todos los niños usar el móvil y la tablet para ver sus dibujos preferidos .Después de cenar solía coger el móvil.
Una noche, Sofía se despertó llorando, pataleando, hasta se daba golpes contra el suelo, sus papas se asustaron mucho porque nunca la habían visto así. La intentaron tranquilizar pero no funcionó. Al ver que no se calmaba decidieron llevarla a urgencias, allí ya tranquila la miró el médico y les dijo que lo que le había pasado parecía que eran miedos nocturnos. El médico le pregunto a Sofía:
– ¿Recuerdas lo que te ha pasado esta noche?
Y ella le contesto:
– ¡No me acuerdo de nada!
A los días le volvió a pasar lo mismo, sus papás mucho más tranquilos pero preocupados porque los minutos que le duraba se hacían eternos, decidieron a la mañana siguiente llamar al pediatra y él les dijo que la tenía que ver un especialista.
El día de la cita había llegado. Sofía en la sala de espera estaba muy nerviosa porque no sabía lo que le iban a hacer. De repente una enfermera salió a llamarla:
– ¡Sofía adelante!
Cuando entro en la consulta se quedó asombrada porque estaba llena de muñecos, dibujos infantiles y tres doctoras que la esperaban.
A Sofía le aconsejaron dormir sola en su habitación porque ella tenía mucho miedo a la oscuridad y siempre le acompañaban a dormir sus papás y no utilizar las pantallas antes de ir a dormir porque le causaban problemas durante el sueño.
Sofía ya no utiliza las pantallas antes de ir a dormir y ya no ha vuelto a tener miedos nocturnos.